NO al vertido de líquidos cloacales al lago Lácar

Para evitar el impacto en el medio ambiente, la contaminación de las fuentes acuíferas y los peligrosos riesgos que ocasionaría en la salud.

La ciudad de San Martín de los Andes se encuentra emplazada sobre la margen oriental del lago Lacar, en la provincia de Neuquén. Su proximidad al Parque Nacional Lanín favorece la existencia de una rica flora y fauna que incluye animales como el zorro, el monito del monte y el puma.

Frente a los anuncios públicos de un posible colapso de las plantas de efluentes cloacales, por parte de la Cooperativa de Agua Potable (concesionaria responsable del tratamiento de efluentes de la ciudad), es necesaria una pronta y efectiva intervención por parte del Municipio.

Actualmente, la ciudad cuenta con tres plantas de tratamiento de efluentes.
Luego de los que residuos cloacales son tratados dentro de ellas, se envían los barros cloacales a un sector del basurero municipal.
No obstante, el 31 de diciembre de 2018, la Cooperativa hizo público que ese día se vencía el contrato para depositar los barros en dicho lugar, ya que se encuentra completo y desbordado, no sólo por este tipo de residuos, sino también por la basura domiciliaria que va a parar allí también.

Según advierte la Cooperativa en caso de no poder retirar los barros de la planta para depositarlos en algún sitio, la planta se va a salir de régimen y los líquidos se van a verter (en el lago), en pleno centro de la ciudad, enfrente de la playa principal, sin el tratamiento adecuado.

En caso de que el Estado no brinde una pronta resolución, expondría a los habitantes del lugar a sufrir infecciones bacteriológicas como por ejemplo Escherichia coli y la proliferación de diversos virus.
Asimismo, las aguas servidas, además de ser riesgosas para la salud, tienden a tener olor y aspecto desagradable, lo cual tienden a ser evitadas por los pobladores y turistas, desencadenando así un impacto negativo en la economía.

Es por ello necesario la pronta intervención de la Intendenta, para encontrar un nuevo sitio para la disposición final de los efluentes cloacales y así evitar que terminen dentro del lago.